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| "In my life... I love you more" |
Era el 25 de Junio a la tarde, estaba nublado, me acuerdo. Me escribe un amigo preguntándome por la salud de Juan, que en su trabajo (Diario Clarín) se estaba corriendo la bola de que estaba muy mal. Yo sabía que había estado medio engripado los últimos días, nada que demandara demasiado mi atención.
Llamo su sobrina, mi amiga, y le pregunto por "el tío", el tono de voz con el que me habla la delata. Me miente, no le creo. Pregunto hasta que me confirma la peor noticia.
De ahí en adelante, lo que todos sabemos y de ninguna manera me quiero quedar con eso.
Juan, como para muchos de los hoy enormes personajes del medio, fue un MAESTRO para mí. Maestro con mayúscula: humilde, generoso, calificado tanto para los sí como para los no. Él era autoridad dentro del estudio, el más idóneo de todos. Muy gracioso y divertido.
La primera vez que entré en el estudio de JAB temblé mas de lo habitual y él hizo que, literalmente, le pusiera el pecho a la situación cuando me dijo "dale, acercá las tetas al micrófono y hablá", simulando que estábamos al aire. No me lo olvidaré jamás. Ese era Juan.
El 29 de Junio se hinchó las pelotas de nosotros y se fue con su amado John Lennon.
De seguro está observándome cada vez que entro a un estudio y se prende la luz roja, así lo siento. Lo siento conmigo y lo invoco cada vez que me las veo negras.
De Juan me quedan los valores, la responsabilidad, el amor por la profesión y por el trabajo, el respeto, la voluntad, el compañerismo.
Con todos esos archivos en mi disco rígido y después de haber llorado mucho, decidí seguir porque así tenía que ser , porque se lo prometí (y porque realmente me hubiera puteado mucho si así no lo hacía).
Y sé que él y mi abuelo me empujan desde donde estén.
No creo en las casualidades. O sí, porque sé que en las coincidencias se esconde algo bueno por venir. Por-venir, qué palabra!.
A mediados de agosto fui de visita a Late 93.1 a llevar unos discos; conocía la radio porque había intentado sacar notar ahí pero no había ido nunca. Hermosa, en pleno Puerto Madero, muy bien equipada.
Me recibe su director, Mario, quien me sugiere hacer una recorrida por el estudio de la FM porque "estaba al aire Cristian Palacios". ¿Qué me vio, o mejor dicho, qué escuchó?, no sé.
¿Quién es Cristian Palacios?. Cris es el locutor cordobés con el que yo empecé a prestarle atención a la radio, allá por los '90, en la difunta Cadena Top 40. Después pasó a La 100 y después lo perdí. Lo encontré ese día y a las pocas semanas empecé a trabajar con él, haciendo la segunda mañana de la radio.
Con un estilo directamente opuesto al mío, Cristian sacó toda la diversión y complicidad de que se nutre la FM. Las risas, los chistes, las canciones. Me enseñó (y enseña) con la dinámica y el tempo que tienen muy pocos conductores los que, a su manera, generan una empatía muy particular con sus oyentes.
Y ahí estoy yo, cautivando a los de la AM (Leo Rosenwasser) con mi carcajada mientras hablo de música y doy info cholulística para todos y todas.
Para ir redondeando, no puedo dejar de hablarles de mi querida AM 1070 Radio El Mundo. La radio en la que debuté allá en 2006 y la que ocupa el último lugar en mi CV.
En ella, musicalizamos la trasnoche del sábado. Y lo digo en plural porque somos muchos los que hacemos "Eternamente Beatles", programa que cumplirá su temporada número quince en 2013. Amigos y colegas: Martín Aragón (soy su adjunto obligatorio), Jazmín Badía, Julito Guichet y cada uno de los chicos que le ponen sus ganas y dan lo mejor de sí para renovar el aire de un ciclo al que más de uno no le tuvo fé.
"La música de Los Beatles se termina en algún momento y empezás a repetirte", nos decían. Al día de hoy y con todo el laburo que hacemos, tenglo plena seguridad de que no es así.
